lunes, 29 de marzo de 2010

PESCA

SEMANA SANTA

... DECIAMOS AYER



Han pasado dos largos años desde que me permití la libertad de iniciar mi blog. Desde entonces han pasado muchas cosas, unas buenas y otras menos buenas. Desde un tiempo a esta parte, posiblemente coincidiendo con la crisis, he decidido desterrar el pesimismo de mi bocabulario. En determinados momentos lo auténticamente importante es vivir, aunque sólo sea por poder contarlo en el futuro. Creo que una manera positiva de enfocar este momento difícil, que lo es, es afrontar la situación desde el optimismo. Pienso que el ser humano, independientemente del lugar que habite, es capaz de superar cualquier momento, por "duro" que éste sea, y es que... ¡Sigo creyendo en la capacidad del hombre!
Las crisis las crean los hombres, eso si, hombres con pocos escrúpulos y con unas enormes ganas de enriquecerse a costa de los demás, sin importarles los medios a utilizar. Piensan que lo importante en este mundo es medrar a culquier precio. Creen en el principio de que: "cualquier buen fin justifica los medios utilizados"

viernes, 22 de junio de 2007

PACTOS POS-ELECTORALES

Tras las elecciones del pasado 27-05-07 el pueblo manifestó con total y rotunda claridad quien deseaba que le gobernase. Nuestro sistema electoral tiene, como no podía ser de otra manera, virtudes y defectos. Posiblemente el mayor de éstos últimos sea el no haber previsto que los pactos pos-electorales puedan trastocar y cambiar el sentir de los ciudadanos manifestado en las urnas.
Inmediatamente de conocerse los resultados electorales, los cerebros de cada partido empiezan a hacer sus cuentas de cara a la posible gobernabilidad de sus municipios o comunidadades autónomas.
Salvo que hayan obtenido mayoría absoluta, cosa bastante infrecuente, el pensamiento imperante en todos ellos es ¿con quién pactaremos ahora?. Y es en esos momentos cuando empiezan las maniobras de aproximación. Unos, los que necesitan los votos, se hacen los simpáticos y como si de un cortejo se tratara caracolean alrededor de los poseedores de los tan deseados votos. Éstos, mientras tanto, se hacen los interesantes y tratan de hacerse valer, por entender que sin su consentimiento los primeros nunca podrán alzarse con la tan deseada gobernabilidad de su "territorio".
En este juego amoroso de:"ahora te quiero, ahora no te amo" pasan las siguientes jornadas posteriores a las elecciones. Si este jueguecito sólo se diera entre dos partidos la cosa no tendría mayor trascendencia. El auténtico drama surge cuando son varios los partidos en liza. Todos quieren bailar y para poder hacerlo necesitan de la compañía del deseado. Éste, conocedor de su importancia, se deja cortejar a sabiendas de que la llave la tiene sólo él y que los cortejantes tendrán que aceptar sus condiciones, por duras y en algunas circunstancias inaceptables, que éstas puedan parecer.
El parto durará varias jornadas. En determinados momentos parecerá que el alumbramiento está próximo, pero en realidad sólo lo parecerá. En el último momento se paralizará éste y... vuelta a empezar. Parto duro, lo mires por donde lo mires. Sólo será capaz de culminarlo aquel que tenga mayor cintura y no sucumba a la desesperación. Los negociadores acabarán exaustos y habrán alcanzado la gloria entre su gente cuando mayor sea el grado de aceptación de sus propuestas políticas por el hasta entonces adversario. Se ha dado paso a un PACTO.
Es entonces y sólo entonces cuando los medios conocerán el pacto alcanzado. Ellos lo darán a conocer a su público. Atrás quedan las durísimas jornadas de la negociación. Pronto nadie se acordará de ellas. Lamentablemente los seres humanos somos bastante olvidadizos. Después del pacto es el momento de las fotos de los primeros espadas. Éstos aparecerán sonrientes ante las cámaras y pondran su perfil bueno para salir favorecidos. ¡Cuánto engaño encierran estas fotografías!
La única realidad, despúes de los tan cacareados pactos, es que seremos gobernados por quienes no han optenido la mayoría de nuestros votos y que el poder sólo lo habrán conseguidos tras maniobrar a favor de una ley electoral que perjudica a los votantes y favorece a los políticos maniobreros. ¿Cuándo cambiarán la Ley Electoral?

martes, 29 de mayo de 2007

LAS URNAS HAN HABLADO

El pasado día 27 se celebraron elecciones municipales y autonómicas. Municipales en toda España y autonómicas en todas las comunidades menos en Andalucía, Cataluña, Galicia y País Vasco (Euscadi).
Se desarrollaron, si exceptuamos en algunas mesas electorales de Euscadi, con total y absoluta normalidad. Normalidad democrática como no podía ser de otra manera. El pueblo aprende y su comportamiento es ejemplar.
Los que deciden votar lo hacen en tono festivo y cumpliendo lo que entienden que es su deber. El manifestarse democraticamente en las mesas electorales es no sólo un deber sino una obligación ciudadana y el deber cumplido siempre produce satisfacción. Por el contrario los que deciden no depositar su voto en las urnas por entender que la oferta electoral no satisface sus espectativas u otras causas, también se sienten satisfechos. Ejercen su derecho a no votar. Este derecho es tan legítimo como el contrario.
A partir de las 20 horas, momento en que se cierran los colegios electorales, toda la prensa se afana en aportar datos con los resultados obtenidos por los distintos partidos y agrupaciones políticas. Las emisoras de radio y televisión se esfuerzan por adelantarse a sus competidoras y ofrecer datos y porcentajes de las mesas escrutadas. Son resultados parciales, pero... son un adelanto bastante aproximado de los datos que figurarán en los resultados finales. En los tiempos actuales, y gracias sobre todo a la informática, los escrutinios son conocidos casi instantaneamente tanto a nivel local como provincial, autonómico o nacional.
Los resultados obtenidos producen en todos los partidos enormes dosis de satisfación. Ese es el milagro de todas las elecciones. ¡A todos contenta el naipe!. Cada uno hace su propia lectura de los datos. Unos habrán ganado en votos, otros en el número de concejales obtenidos y otros en el número de representantes a las Cortes Regionales de su respectiva Comunidad. ¡Habrá mayor placer que ganar en una reñida competición electoral!
Todos los partidos o grupos creen tener suficientes motivos para ser felicitados, y de hecho se autofelicitan. Se saludan efusivamente, se abrazan,los teléfonos móviles no dejan de sonar para darse los parabienes. Algunos son más expresivos y delante de sus compañeros de partido dan saltitos de alegría festejando el triunfo electoral. La televisión actúa de notario en estas manifestaciones. ¡Qué tupé!.
Posiblemente no sean conscientes de que es a ellos y sólo a ellos a los que verdadramente les interesa el tema; al pueblo llano practicamente no les preocupa. Su interés es mínimo. Sabe que en poco va a cambiar su futuro, mande quien mande. Al principio y, si he de ser sincero, sólo muy al principio, habrá ligerísimas diferencias con los que mandaban anteriormente. Pasado un poco tiempo, yo diría muy poco tiempo, ... más de lo mismo.




lunes, 28 de mayo de 2007

...Y POR FIN, LAS ELECCIONES

El ambiente se ha ido calentando a lo largo de los últimos quince días de campaña. El inicio fue moderado, lo que nos hacía pensar que ésta (la campaña) sería de guante blanco. Pronto, y esto ocurrio cuando sólo habían transcurrido unas jornadas, sonaron las trompetas e hicieron su aparición los cuchillos afilados. ¡Se acabó la moderación!
Empezaron a decirse lindeces y a lanzarse dardos con grandes dosis del mejor veneno. ¡Todo vale para arañar algunos votos del contrario! La mitad del tiempo de las intervenciones mitineras eran dedicadas a desdecir lo dicho por el adversario el día anterior y la otra mitad para atacarlo, no en sus principios políticos, que eso sería hasta comprensible, sino en lo puramente personal, y alguna ocasión en su dignidad y hombría de bien. Son conocedores de que una mentira o si se quiere una media verdad, repetida hasta la saciedad, puede dar lugar a una verdad irrefutable. ¡Hasta donde se puede llegar!
La campaña se fue agotando y el pueblo seguía sin prestarle demasiada atención. Los medios de difusión, auténticos motores y sostenedores de dicha campaña, seguían informando machaconamente al pueblo de los diversos pormenores de la misma. Las promesas electorales fueron subiendo de tono, cada vez eran de más calado e importancia de cara a la ciudadanía. Ésta, bastante excéptica con las promesas, sólo deseaba que acabase la campaña de una vez.
Por fin llegó el sábado día 26 de mayo. Día anterior a las votaciones y por tanto día de reflexión. En esta fecha no habría comentarios en los medios a los mítines pronunciados por tal o cual político. Ese día, la mayoría de los ciudadanos, lo dedicarían al descanso, yo diría al merecidísimo descanso. Ese día fue el auténtico día de fiesta para la ciudadanía. ¡Cuándo se darán cuenta!
Llegó el día 27 de mayo, día de las votaciones. Todos nos preguntamos, ¿debo de ir a votar?El sentido común nos empujaba a que no lo hiciésemos, pero...¿para qué?, y... nuestro deber cívico nos decía lo contrario. El voto forma parte de nuestras obligaciones democráticas.
Una vez despejada la duda, nos surgía otra, y esta vez más compleja ¿a quién debo darle mi
voto?, ¿en quién debo depositar mi confianza?. Nueva reflexión. Esta duda no era facilmente despejable. Confianza, lo que se llama confianza, no nos la merecía ninguna opción política de las que se presentaban. ¿Qué hacer? Pensé:"Repasaré de nuevo los programas de los distintos partidos y agrupaciones". ¿Acaso ahora me merecerán más crédito que cuando las recibí en casa y las leí con detenimiento? Pienso que no, pero... por leerlas de nuevo no quedará.
Sin demasiado convencimiento decidí ir a depositar las papeletas, previamente elegidas, en las urnas preparadas en mi colegio electoral. No acababa de estar conforme con mi proceder.
Cumplida mi obligación ciudadana me retiré a mi domicilio sin estar totalmente convencido que que había actuado correctamente. Es ese sabor agridulce que se produce cuando no sabes si has obrado bien.

jueves, 17 de mayo de 2007

ENGRASADAS LAS MAQUINARIAS ELECTORALES

Conforme avanzan las fechas en el calendario, los partidos políticos van perfilando sus programas electorales. Sus ideólogos marcan los caminos por donde deben discurrir los comunicados a la sociedad a través de los medios de comunicación: prensa, radio y televisión. Es esta sociedad receptora, la que vota, el destino final de toda la estrategia electoral. Es a ella y sólo a ella a la que deben convencer los citados ideólogos, de la bondad de sus propuestas. Son otros, tal vez los más conocidos por el gran público, los políticos, los encargados de transmitir dichas propuestas en las múltiples intervenciones públicas que realizan a lo largo de toda la campaña. Son a los que llamaría "políticos mitineros". Se especializan en este tipo de actos y no sólo no les cuesta participar en los mismos sino que lo hacen a gusto y se desenvuelven en los mismos con suma facilidad. Normalmente cuentan con un auditorio afín y que de antemano está predispuesto a la comprensión y la mayor parte de las veces al aplauso fácil. En los mítines cuidan el tono, los gestos y las frases de terminación de sus intervenciones. Todo ello está previamente estudiado y cuidado al más mínimo detalle. Forma parte del gran conjunto estratégico que deberá conducir al triunfo electoral, única razón de toda la parafernalia montada.
Mientras tanto la sociedad, en su mayor parte, permanece al margen de toda inquietud política. Sus preocupaciones e inquietudes van por otros caminos. Están sensibilizados por la educación de sus hijos, por la cesta de la compra, por la adquisición de su vivienda, por un puesto de trabajo para sus hijos/as, por la marcha de la empresa donde trabajan-ante la posible pérdida del empleo- y si se quiere de una forma más superficial, del lugar donde disfrutarán sus próximas vacaciones. Los líos de la política apenas les preocupa. En el mejor de los casos un poco a la hora de votar. Realmente existe un gran desencuentro entre los políticos y la sociedad a la que dicen servir. ¡Cuándo se darán cuenta!