viernes, 22 de junio de 2007

PACTOS POS-ELECTORALES

Tras las elecciones del pasado 27-05-07 el pueblo manifestó con total y rotunda claridad quien deseaba que le gobernase. Nuestro sistema electoral tiene, como no podía ser de otra manera, virtudes y defectos. Posiblemente el mayor de éstos últimos sea el no haber previsto que los pactos pos-electorales puedan trastocar y cambiar el sentir de los ciudadanos manifestado en las urnas.
Inmediatamente de conocerse los resultados electorales, los cerebros de cada partido empiezan a hacer sus cuentas de cara a la posible gobernabilidad de sus municipios o comunidadades autónomas.
Salvo que hayan obtenido mayoría absoluta, cosa bastante infrecuente, el pensamiento imperante en todos ellos es ¿con quién pactaremos ahora?. Y es en esos momentos cuando empiezan las maniobras de aproximación. Unos, los que necesitan los votos, se hacen los simpáticos y como si de un cortejo se tratara caracolean alrededor de los poseedores de los tan deseados votos. Éstos, mientras tanto, se hacen los interesantes y tratan de hacerse valer, por entender que sin su consentimiento los primeros nunca podrán alzarse con la tan deseada gobernabilidad de su "territorio".
En este juego amoroso de:"ahora te quiero, ahora no te amo" pasan las siguientes jornadas posteriores a las elecciones. Si este jueguecito sólo se diera entre dos partidos la cosa no tendría mayor trascendencia. El auténtico drama surge cuando son varios los partidos en liza. Todos quieren bailar y para poder hacerlo necesitan de la compañía del deseado. Éste, conocedor de su importancia, se deja cortejar a sabiendas de que la llave la tiene sólo él y que los cortejantes tendrán que aceptar sus condiciones, por duras y en algunas circunstancias inaceptables, que éstas puedan parecer.
El parto durará varias jornadas. En determinados momentos parecerá que el alumbramiento está próximo, pero en realidad sólo lo parecerá. En el último momento se paralizará éste y... vuelta a empezar. Parto duro, lo mires por donde lo mires. Sólo será capaz de culminarlo aquel que tenga mayor cintura y no sucumba a la desesperación. Los negociadores acabarán exaustos y habrán alcanzado la gloria entre su gente cuando mayor sea el grado de aceptación de sus propuestas políticas por el hasta entonces adversario. Se ha dado paso a un PACTO.
Es entonces y sólo entonces cuando los medios conocerán el pacto alcanzado. Ellos lo darán a conocer a su público. Atrás quedan las durísimas jornadas de la negociación. Pronto nadie se acordará de ellas. Lamentablemente los seres humanos somos bastante olvidadizos. Después del pacto es el momento de las fotos de los primeros espadas. Éstos aparecerán sonrientes ante las cámaras y pondran su perfil bueno para salir favorecidos. ¡Cuánto engaño encierran estas fotografías!
La única realidad, despúes de los tan cacareados pactos, es que seremos gobernados por quienes no han optenido la mayoría de nuestros votos y que el poder sólo lo habrán conseguidos tras maniobrar a favor de una ley electoral que perjudica a los votantes y favorece a los políticos maniobreros. ¿Cuándo cambiarán la Ley Electoral?